La empresa argentina de infusiones Inti Zen obtuvo la certificación B Corp otorgada por B Lab. Esta certificación, creada en los Estados Unidos, busca impulsar un nuevo sector económico que combina las herramientas del mercado con la pasión de la sociedad civil para ofrecer soluciones efectivas a los problemas sociales y ambientales que enfrentamos.
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“Estamos felices de haber obtenido la certificación B que nos permitió sistematizar y trasladar a los procesos las convicciones que ya teníamos en nuestro modo de hacer negocios. Lo celebramos con todo el equipo como uno de los mejores logros alcanzados en conjunto. Esta certificacion nos abrirá puertas en distintos puntos del planeta para que nuestros productos estén exhibidos en las góndolas de lugares que tienen nuetra misma conciencia social y ambiental, junto a otros prtoductos que admiramos por sus buenas prácticas. Es gratificante saber que existe un nuevo formato de empresa que nos facilita la tarea de alcanzar nuestra visión que en definitiva, tiene que ver con la construcción de un mundo mejor” afirma Guillermo Casarotti, fundador de Inti Zen.
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Para lograr la certificación B Inti Zen completó un proceso de evaluación que analiza distintas dimensiones de la empresa como gobierno corporativo y democracia, transparencia, prácticas laborales, comunidad (Proveedores, Clientes, Competencia, Comunidades aledañas), medioambiente y modelo de negocios con enfoque social y ambiental.
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Planta modelo
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Un elemento clave para alcanzar los 87,6 puntos que obtuvo Inti Zen –el mínimo para lograr la certificación B es de 80 puntos- fue la nueva planta en Del Viso de la empresa de infusiones y sus medidas para potenciar la ecoeficiencia. Entre los aspectos más notorios se destacan la eficiencia del sistema de iluminación que le permitió generar un ahorro de 43% anual, el tanque solar que redujo las emisiones de carbono anuales en 0,47 TON y el aprovechamiento de agua de lluvia.
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“Un aspecto que nos atrajo mucho de la certificación B es que puede ser alcanzada por empresas grandes, medianas y pequeñas y que también hace hincapié en el ecosistema que rodea a una compañía, no sólo desde el punto de vista de la naturaleza, sino también tomando en cuenta a la comunidad y todos los públicos de interés”, concluye Casarotti.
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La certificación B ya tiene su correlato en Sudamérica con la creación de Sistema B y está tomando impulso en la región con 17 empresas certificadas a nivel continental, de las cuales 3 son de la Argentina.
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