+Bio, la nueva línea de cuadernos innovadores y sustentables de Ledesma

Con diseño novedoso y un mensaje sobre la preservación de la naturaleza, los productos son fabricados con elementos de origen completamente renovable y reciclable. Se trata de una serie única a nivel mundial ya que la tapa, la contratapa y las hojas provienen íntegramente de la caña de azúcar, un recurso renovable

Con el objetivo de ofrecer al mercado un producto alineado con las tendencias mundiales en materia de medio ambiente, Ledesma lanzó los nuevos cuadernos +Bio, con tapa de bioplástico y hojas producidas 100% con fibra de caña de azúcar, que es otra forma de hacer papel. De esta manera se convierte en, la primera empresa que fabrica cuadernos con elementos que cuidan el medio ambiente incluyendo las tapas que provienen de la caña de azúcar.

Estos cuadernos se caracterizan por ser completamente sustentables e innovadores, ya que la tapa es un bioplástico, un polietileno orgánico y reciclable que tiene su materia prima en la caña de azúcar, de la cual se extrae el etanol, una sustancia química vegetal renovable. Y las hojas de color natural, que también son de caña de azúcar, se obtienen a través de un proceso industrial en el que no se utilizan blanqueadores químicos, lo cual protege aún más el medio ambiente.

La línea Ledesma +Bio incluye tres diseños que están inspirados en un mensaje de preservación de la naturaleza. La presentación de los cuadernos espirales viene en 21×27 cm. con hojas rayadas, lisas y cuadriculadas; y de 16×21 cm., con hojas rayadas.

La caña de azúcar, el diferencial de Ledesma

La importancia de la producción de caña de azúcar para Ledesma radica en que esta crece muy densamente en varias regiones del país. Como su área es pequeña, en comparación con otros vegetales, requiere menos energía y otros recursos para cultivar, volviéndola más amigable con el medio ambiente.

A su vez, la caña de azúcar es una planta que absorbe CO2 (dióxido de carbono) del aire a medida que crece, como mecanismo de defensa contra el efecto invernadero. Por lo tanto, cada vez que se cosecha vuelve a crecer todos los años, capturando más CO2 de la atmósfera. Debido a esta regeneración se la considera un material renovable que nunca se agotará.

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