Por Alicia Vidal
Fui a ver al Cinemark Palermo la función privada de “Al Cine con Amor”, un documental presentado por Martín Scorsese con la dirección de Steve James y Steven Zaillian de Kartemquin que relata la vida del crítico de cine Roger Ebert en base a su propia autobiografía Life it self.
La película es interesante para los amantes del cine y para analizar más de cerca cómo es el vínculo entre críticos y cineastas. A su vez, retrata cómo se da la incorporación del crítico en el mundo del showbusiness de Hollywood y el mundo.
Ebert es un personaje fundamentalmente pasional y parece haberse movido por mucho tiempo en mundo de excesos, tanto que dice “si no existieran las resacas tal vez seguiría bebiendo”.
Sus últimos 20 años los pasa con el gran amor de su vida, Chaz, una mujer de raza negra que se convirtió en una aliada incondicional: “esperé casi toda mi vida para encontrarte”, le dice poco antes de casarse con ella a los cincuenta años.
La película me pareció muy buena pero vale la pena resaltar que hay algunas escenas un poco fuertes ya que lo retratan a Ebert en etapa de rehabilitación luego de un cáncer que lo puso ante limitaciones muy fuertes desde lo físico. No es más que la realidad misma ya que se trata de un documental, pero justamente por eso resulta aún más fuerte seguir de cerca el deterioro físico de alguien caracterizado por su brillantez.
Y aquí van algunas frases que rescaté que pueden inspirar a verla cuando se estrene el próximo 19 de febrero.
“No hablo ningún idioma pero sé lo suficiente como para pedir dos Johnie Walker en cualquier parte del mundo”
“No me quiero aprender calles nuevas” dice Ebert cuando le proponen cambiar de ciudad para pasar a escribir sus críticas en otro diario (el suyo es The Sun de Chicago).
“Él refuerza mi valentía”
“Es un idiota, pero es mi idiota”
“Cuando uno hace algo en lo que es bueno, está en la zona”.
“Considero que mis días son como dinero en el banco para usar. Cuando los use todos, estaré desposeído”
“Tuvieron un año feliz en vez de mirar el reloj”.
“Nunca me cansé tanto como para darme por vencido”
“Su amor era un viento que me alejaba de la tumba”
“Que tu corazón sea tu rostro”
“Mi blog fue mi voz”
“Mira las películas que a la gente les gusta mucho y verás algo profundo, aunque parezca tonta”
“¿Qué es la ausencia de la presencia?”
Y más allá de las frases conviene tener en cuenta esta canción de Leonard Cohen que dice que le salvó la vida: Lover, Lover, Lover…