Duros, blancos, con chocolate o merengue, en sus distintas variedades y para todos los gustos, aún en tiempos de crisis, el alfajor continúa siendo el más elegido por chicos y grandes a la hora de ir al kiosco.
Con un consumo anual que ronda el kilo por persona, el alfajor se consolida como la golosina preferida de los argentinos según la Asociación Argentina de Distribuidores de Golosinas y Afines (Adgya).
Desde Fantoche, marca creadora del alfajor triple, cuentan que este invento que tuvo su boom por los años ´80 sigue siendo su caballito de batalla hoy en día, representando un 70% de sus ventas en la categoría de alfajores (la marca produce 1.000.000 de unidades por día). Además, legalmente son los únicos que pueden utilizar la marca Triple en alfajores.
El primer alfajor Triple nació en 1969 como una de las tantas pruebas que hacían en la planta de Villa Lugano, y tuvo su auge en la década del ´80 con la inserción en kioscos de colegios, otorgándole a la marca el 50% del mercado. Desde el directorio de la compañía confiesan que el triple fue un producto con mucho éxito y sin estudio de mercado. “Fue, sin dudas, una innovación que rompió el molde porque transformó una de las bases del alfajor sin que pierda su esencia. Ya estamos en la historia”.
Fantoche nació como una empresa distribuidora en 1962 en un rubro que ya desapareció y se llamaba ‘distribución de varios’. Consistía en proveer de stock a almacenes, pequeñas tiendas y lo que eran, por entonces, los incipientes kioscos. Con el tiempo, comenzaron a fabricar ellos mismos algunos productos, apuntando principalmente al rubro galletitas. Compraron una panadería con una pequeña fábrica y nacieron los primeros alfajores. Las máquinas llevaban inscripta la palabra “Fantoche” y decidieron utilizarla para bautizar la marca, ya que les gustó el sonido de la palabra, que incluía el muy argentino ‘che’, y que significaba ‘payaso’ en italiano.
En su portfolio, además de 20 variedades de galletitas, diversos tipos de panes dulces y budines, la marca amplió su cartera de alfajores con versiones minis y simples. Uno de sus diferenciales es que “el blanco” no es chocolate blanco, sino que es baño de merengue italiano. Una tradición que si bien resulta difícil de aplicar, le otorga un sabor distinto.
La empresa busca crecer en el mercado con nuevas variantes, pero siempre dentro del clásico relleno de dulce de leche. En este marco, hace un par de años lanzó una nueva variedad Premium en formato Triple: Triple Day, cubierto con merengue italiano, y Triple Night cubierto con un baño de repostería de chocolate negro. Ambos productos resultaron exitosos, y por ello este año la marca presentó su versión de alfajor con marca Simple, volviendo al mercado de dos tapas. Esta iniciativa permite a la empresa continuar innovando y apostando a nuevos productos para seguir creciendo.