El origen del «omotenashi» podría remontarse al tradicional alojamiento japonés («ryokan») que ofrecía ya en el siglo VIII un reconfortante alojamiento y baño de aguas termales, a los viajeros fatigados. Estos podían ser comerciantes cargando baúles o bien, Samuráis al encuentro con su General. También podía verse esta atención al detalle en la tradicional y centenaria ceremonia del té, en donde el ritual de anticiparse a las necesidades de cada invitado, incluía elegir cuencos, flores y la decoración más adecuada para agasajarlos.
En la actualidad, Nissan vive el «omotenashi» en cada una de sus interacciones con los colaboradores, socios y clientes. Desde promover un gran lugar para trabajar en donde todas las personas puedan sentirse plenas, o contar con un Master Kaizen en los puntos de venta para mejorar continuamente en la atención al cliente, o bien, pensar el diseño de los vehículos para lograr un espacio de máximo confort e intimidad para exceder las expectativas. Unos pocos ejemplos del «omotenashi» que se respira.
Siendo el «omotenashi» un catalizador de la transformación cultural que Nissan está viviendo en América del Sur, este principio japonés dice presente en la #NissanPeopleWeek, una semana enfocada 100% en las personas.