Hoy se celebra el Día de los Muertos: reflexiones sobre la transformación y el Arcano XIII

Por Alicia Vidal

En el Tarot la carta número XIII es el arcano Sin Nombre porque refiere a La Muerte. Es una de esas cartas que “dan miedo” porque en nuestra cultura la muerte nos infunde temor. Pero, no por no hablar de ella, por no nombrarla, nos liberamos de su presencia, a veces lo que no se nombra tiene más presencia que lo que se enuncia todo el tiempo.

De hecho, la muerte es el fenómeno más certero de toda nuestra existencia: saber que vamos a morir. No expreso esto con aire de superada, si no todo lo contrario, me atemoriza la muerte desde chica, más porque perdí a mi papá a los 12 años. Pero mi temor no me impide sentir que tomar consciencia de la muerte es clave para celebrar el regalo de la vida.

En el tarot, que es un territorio de puro simbolismo, esta carta obviamente puede aludir a la muerte física pero se emparenta fundamentalmente con el Cambio y la Transformación. De hecho, siempre se dice que está ubicada en el medio del camino del recorrido de los 22 arcanos y no al final, porque en la vida transcurren una seguidilla de “muertes” que nos permiten ir evolucionando.

¿O acaso la semilla no tiene que morir para convertirse en árbol o qué podríamos decir de la metamorfosis de la oruga que muta completamente para relucir en una bella mariposa?

Es que la muerte nos indica de un modo claro y contundente la existencia de ciclos, y sobre todo de aquellos que nos trascienden porque el universo se maneja con parámetros que van más allá de nuestra existencia individual.

El duelo de la transformación

Justamente hoy presté atención a la despedida de Marcelo Longobardi de su programa de radio tras 21 años de éxito y al escuchar su relato (no soy oyente habitual de su programa así que fui a buscar específicamente su modo de despedida ) sentí que hablaba de un gran proceso de cambio, de dejar atrás el camino conocido para sumergirse en aguas desconocidas. Y me resonó mucho la figura de la muerte en este caso con un funeral programado y un duelo anunciado, algo que no es tan frecuente que nos suceda en muchos órdenes de la vida.

Para entrar en sintonía con la figura de la muerte que tanto nos asusta me parece bien focalizar en los grandes hechos de transformación que vivimos, a veces de modo buscado, como es el relato de Longobardi (que igualmente no deja de tener un dejo de dolor y nostalgia) y en la mayor parte de las veces, de modo inconsulto e imprevisto. Pero siempre la muerte es transformación y es consciencia de cambio y de vida. Nos puede doler hasta lo insoportable pero también así de contundente es la vida, que a veces se impone con más fuerza por su ausencia más que por su presencia.

Es la finitud de algo, de alguien, es el paso a otra cosa. Es soltar, desprenderse de aquello que ya no tiene sentido en el próximo paso del camino. En México se celebra y se honra a los muertos rindiéndoles tributo de modo ostensible y con aires de festividad personalizada según los gustos del difunto. En la cultura occidental se ha perdido ese sentido de honra y muchas veces se trata de poner una pátina de olvido generando lápidas iguales perdidas en un campo de césped impecable que se asemeja a un campo de golf. Poner fotos, llevar objetos, decorar las tumbas, pareciera una costumbre “ordinaria” no apta para los cementerios privados que se destacan por su ambientación minimalista y donde casi reina el anonimato de las tumbas. Tal vez retomar los rituales de la personalización de nuestras pérdidas nos facilite un poco la transición y la despedida.

Aquí ilustro este posteo con la carta del arcano XIII en su versión clásica de “La Muerte” donde está la guadaña que va pasando y despejando el camino de todo aquello que ya no sirve, y por otra parte, la versión del Tarot de Los Magos donde directamente se la presenta como la carta de La Transfiguración.

Y, como broche final, comparto final comparto aquí el link de la canción “Let somebody Go” de Coldplay & Selena Gómez https://youtu.be/29x6lw2Xjs4 , que hoy compartió Longobardi en su despedida de la radio.